"Machismo por la igualdad"
Para bien o para mal, llevo bastantes años metida en páginas de humor. Me parto con las viñetas, fotos curiosas o los gifs de caídas estúpidas de gente haciendo el monguer. Sin embargo, últimamente muchas de estas webs se están llenando de contenido que, lejos de divertirme, me hunde en una profunda tristeza.
Hay muchas temáticas que me molesta que se trivialicen. Las dificultades de nuestro país, la última barbaridad de los políticos o la crisis de los refugiados de Siria. No obstante hoy me apetece hablar de otro tema controvertido, y últimamente más en ese tipo de webs: el eterno debate entre feminismo y machismo.
No soy particularmente feminista, de verdad que no. No sé si achacarlo al hecho de que, por fortuna, las actitudes machistas son prácticamente inexistentes en mi entorno familiar y social (siempre he tenido suerte de relacionarme con gente que NO ve diferencia práctica entre hombres y mujeres). De hecho más bien me han llegado a tachar de machista por indignarme con alguna campañas publicitarias que claramente pretendían imponer a las mujeres por encima de los varones.
Si tuviera que definirme sería "igualitarista", un término que mucha gente opina que sería más adecuado para referirse a la lucha por la igualdad de derechos entre géneros, reduciendo los errores a los que puede avocar el "feminismo". Así que nunca me he metido en camisa de once varas entrando al trapo con la lucha feminismo extremo (hembrismo, más bien) contra machismo.
Sin embargo, ha llegado un punto en el que resulta insoportable entrar a esas páginas. Si eres mujer o respetas mínimamente al género femenino, quiero decir. Es imposible disfrutar de esos sitios webs si sientes aunque sea un poco de simpatía por las mujeres como colectivo.
Me explico.
Cualquier entrada que pueda insinuar aunque sea un poco que el género femenino sigue en clara desventaja social, es acribillado a negativos y a comentarios misóginos que rallan lo absurdo. Mientras que aquellos casos particulares (en muchas ocasiones, rebuscados) en los que se condena que alguna mujer se ha aprovechado de su condición son aplaudidos, vitoreados y extrapolados por los usuarios como si fueran lo general. Si alguien intenta insuflar un poco de cordura en la conversación, frenar tal horda de comentarios anti-feministas, es tachado/a de "feminazi" o recibe respuestas tan originales (nótese la ironía) como "a fregar" o "¿quién te ha dejado salir de la cocina?". En el caso de los hombres que defienden el feminismo, los tachan de "huelebragas" o de que solo apoyan a las mujeres porque esperan echar un polvo.
Ah, y mi favorita: "todas putas".
Lamentable.
Aunque sin duda la gota que colma el vaso se la lleva el tema de la violencia de género y, en concreto, las víctimas de ella. Cuando se añade un post reivindicando que esto debe terminar o cuando surge algún dato alarmante sobre mujeres asesinadas, lejos de condenarlo la actitud es de "no os hagáis las víctimas, porque también hay hombres que mueren a manos de sus parejas y nadie se queja. Así que callaos. No denunciéis, no os quejéis".
Trivializar estos temas es un insulto. Un insulto a las decenas de mujeres que mueren a manos de sus parejas cada año. ¿Porque también haya hombres asesinados por sus novias/esposas significa que esas 51 mujeres que perdieron la vida en 2014 en nuestro país no importan? ¿Que sus familias o simpatizantes de sus casos no tienen derecho a indignarse?
Hace poco se publicó una entrada con una caricatura donde una mujer había sido violada y alguien comentaba que "debería estar agradecida, con esa cara". La mayoría de usuarios simplemente encaminaron el tema hacia lo que empieza a ser habitual, que también hay hombres violados y que las mujeres siempre aparecen, injustificadamente, como las víctimas. Nadie, NADIE, se indignó realmente con el contenido de la imagen, alegando que era una exageración para buscar el aplauso fácil.
En ese momento me di cuenta de lo realmente cruel del caso: son tan ingenuos, tan ignorantes por voluntad propia o no, que no creen que alguien de su mismo género pueda sugerir tal atrocidad. Que no creen que ese comentario puede darse en nuestra sociedad.
Pero sí, se da. Se hacen burlas sobre que una mujer poco agraciada debería estar agradecida de que alguien decidiera violarla. Lo he oído, y no solo una vez.
Ayer mismo, el 7N, se celebraba la primera gran marcha nacional contra la Violencia Machista. Miles de personas se movilizaron en Madrid para clamar que cesen las muertes y malos tratos hacia las mujeres. No podéis ni imaginar (o tal vez sí, vistos los precedentes) qué tipo de comentarios se leyeron en el post que presentaba la portada de un periódico con la mencionada marcha. Ni uno, ni uno solo (sin exagerar) se lamentaba por el número de víctimas que ya se han registrado en lo que vamos de año. Invariablemente, todos los comentarios eran anti-feministas, criticando el victimismo de las mujeres y su hipocresía.
Llega un punto en el que una ya no puede más. Y ante un debate absurdo que antes, hablando en plata, "me la pelaba", ahora me hace posicionarme de manera cada vez más radical (y como yo imagino que muchas otras chicas/feministas HARTAS).
Se sigue apelando a una supuesta discriminación positiva de las mujeres, algo a lo que una asiste con una carcajada amarga, rogando que tanta estupidez sea sarcasmo.
Pero mejor puntualizar que luego lamentar. Es cierto que hay cierto sesgo legal en favor de las mujeres, algo que no comparto pero que comprendo dado la base histórica en la que no éramos mucho más que objetos hasta no hace muchas décadas. Estoy absolutamente en contra de las diferencias entre bajas por maternidad/paternidad, la presunción de culpabilidad cuando un hombre es acusado por su pareja, y etc., etc. Nuestra legislación no es el mayor exponente de igualdad, pero eso tampoco es una noticia ni es solo en este tema (ni mucho menos).
Sin embargo, socialmente, el género femenino sigue estando un escalón (o varios) por debajo del masculino en muchos ámbitos de nuestra sociedad. Y eso por desgracia está bastante más arraigado y es más difícil de corregir que una ley sobre papel.
Queda claro con la brecha salarial, que se ha incrementado hasta más de 500 € en 2015 (por mucho que tanta gente alegue que se trata de un "invento mediático"). Queda claro cuando en pleno siglo XXI he comprobado ojiplática que para optar a varios puestos de investigación el primer requisito era "ser varón". Cuando en el sector hotelero, uno de los que más dinero mueve en España, la plantilla de limpieza está formada exclusivamente por mujeres (como si ése fuera nuestro sitio natural). Y así, y así...
Otro argumento esgrimido hasta la saciedad en esas páginas es que, de la sexualización de la mujer, solo se quejan las "gordas y feas". No diré que soy exactamente poco agraciada, pero desde luego no estoy precisamente en el peso ideal. Y aun así me han gritado comentarios obscenos por la calle, me han acorralado de madrugada cuando volvía a casa con insinuaciones a las que demostré reiteradamente mi descontento. Un hombre, no especialmente mayor, pasó media hora en un viaje de tren repitiendo que "no deberías llevar pantalones, las mujeres de toda la vida han llevado falda" y "¿dónde está tu marido?". Si ya he tenido que pasar por eso sin ser una "chica 10", no quiero ni imaginarme aquellas consideradas estéticamente despampanantes.
Pero de nuevo en las webs a las que me refiero, cualquier crítica a un post sexualizando a las mujeres se zanja con un "seguro que eres gorda y a ti no te piropean". Es aún más preocupante que exista esa creencia de que las únicas que protestan por la sexualización del género femenino son aquellas no atractivas (gordas, feas, como ellos dicen), mientras que aquellas que sí lo son no se indignan porque dejarse sexualizar supone beneficios.
Pos OK.
Se está formando una especie de "anti-feminismo" que parece un efecto rebote. Un machismo tenaz, rencoroso, que ataca a ciegas a cualquier mujer porque, según sus miembros, "ellas siempre se aprovechan de su situación". Mucha gente ve lógico que, dado que la ley ampara a las mujeres, un colectivo discriminado durante siglos, la respuesta obvia es manifestar su odio irracional hacia todo el género. Sean harpías que se aprovechan de las ventajas legales o mujeres que luchan por la igualdad absoluta entre géneros. Sin distinción, y ahí está el problema.
Reitero lo afortunada que soy en ese aspecto. Tengo un padre, tíos, primos, amigos, un cuñado. No los considero superiores a mí pero tampoco inferiores. Ninguno de ellos me ha menospreciado jamás por ser mujer, ni tampoco a la inversa. Jamás se me ocurriría meterles en el saco de maltratadores o machistas, como tampoco ellos me tacharían de aprovecharme de las "ventajas" de ser mujer. Debería ser así en todas partes, en todos los lugares.
Sencillamente, generalizar da asco. Y es asqueroso cómo se empieza a generalizar en depende qué ambientes.
Antes de terminar, os ruego a los hombres que escriben comentarios en esas webs (no hay que ser muy listo para saber a cuáles me refiero) que piensen un poco antes de atacar a ciegas. Que intenten ponerse en la piel de las usuarias de esas páginas que no defienden la supremacía de la mujer ni la aniquilación del sexo masculino (que también existimos y, aunque se empecinen en lo contrario, somos mayoría). Imaginad lo duro que es que, tras tantas décadas de lucha, todo se reduzca a que descalifiquen tu opinión con un "a fregar" o "como se nota que hoy tienes la regla".
Cansa ser una ciudadana de segunda, aunque sea por pequeños detalles cotidianos. Y que encima te insulten o traten de ridiculizarte cuando demuestras tu inconformidad y tu deseo de que esas diferencias absurdas, por fin, desaparezcan.